BYD, fabricante chino de vehículos eléctricos, suspendió sus planes de construir una planta armadora en México debido a las tensiones geopolíticas e incertidumbre derivadas de las políticas comerciales del Presidente Donald Trump.
La compañía sigue interesada en expandirse en América, pero no tiene un cronograma para realizar una nueva inversión, declaró la vicepresidenta ejecutiva de BYD, Stella Li, en una entrevista en el estado brasileño de Bahía, donde la compañía abrirá su primera fábrica fuera de Asia.
"Los problemas geopolíticos tienen un gran impacto en la industria automotriz.
"Ahora todos están reconsiderando su estrategia en otros países. Queremos esperar a que haya más claridad antes de tomar una decisión", declaró.
BYD indicó en marzo del 2024 que construiría en México una planta automotriz, y que a finales de ese año definiría en qué Estado.
Una de las opciones para instalar la planta era Jalisco, además de otros dos Estados del País. Pero los Gobiernos cambiaron y nunca llegó el anuncio de una localidad específica en México.
En enero pasado, Cindy Blanco, Secretaria de Desarrollo Económico del Gobierno de Jalisco, dijo que la Administración estatal no buscará nuevas inversiones de China debido a la coyuntura comercial que implicó la llegada de Donald Trump a la Presidencia de Estados Unidos, mientras que en marzo la Presidenta Claudia Sheinbaum declaró que BYD no había presentado una oferta formal para invertir en el País.
Además, en marzo el diario Financial Times informó que el Ministerio de Comercio de China había retrasado la aprobación de la planta de BYD en México debido a la preocupación de que Estados Unidos pudiera acceder a la tecnología de la compañía.
Esto ocurrió antes de que Trump anunciara aranceles radicales a docenas de socios comerciales estadounidenses e impuestos separados sobre ciertos bienes importados, incluidos los automóviles, lo que afectaría drásticamente las líneas de suministro de la industria.
Los fabricantes de automóviles estadounidenses han advertido que los aranceles impondrán miles de millones de dólares en costos adicionales.
General Motors anunció el mes pasado que invertiría 4 mil millones de dólares en un plan para trasladar la producción de varios modelos de camionetas y SUV de fábricas en México a Estados Unidos.
La compañía aún planea expandir su red de producción, pero no está claro cuándo se tomará esa decisión debido al incierto entorno comercial mundial, afirmó Li.