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Complican reses indocumentadas lucha contra gusano
29 de Noviembre 2025 | Reforma
La contención del gusano barrenador y los permisos de exportación a EU corren riesgo porque productores de ganado, engordadores y acopiadores están incumpliendo las normativas de trazabilidad y sanidad, al movilizar y vender reses indocumentadas y sin protocolos sanitarios aplicados, y hasta sobornando a autoridades para evadir filtros e inspecciones, coincidieron expertos del sector.
Un signo de la vulnerabilidad del sistema de trazabilidad, agregaron, fue primero Nuevo León, que perdió en el 2023 su permiso para exportar a la Unión Americana por deficiencias en la materia, y segundo, el avance de la plaga, con bovinos que siguen llegando a sus destinos con gusaneras porque no se les documentó a tiempo.
En el Tercer Simposio Internacional Sobre Identificación y Trazabilidad Animal, líderes ganaderos, investigadores y consultores agrícolas señalaron que las negligencias de los productores y comercializadores le dieron la oportunidad a la larva de propagarse.
Juan Carlos Anaya, director de Grupo Consultor de Mercados Agrícolas, expuso que entre los mayores problemas con el sistema de trazabilidad ganadero se encuentran las inconsistencias en los aretes y documentos, productores que no actualizan datos de los animales, o que inclusive no reportan muertes de los mismos.
"El Gobierno tiene que verificar, pero el primero que tiene que vigilar es el ganadero y el engordador. El tema es que hay gente que juega chueco: se pasa los puntos de verificación, no hace los tratamientos, no baña al ganado y eso perjudica al sistema", dijo.
"Vienen los gringos y piensan que nos gusta hacer las cosas mal. Damos esa impresión. Muchos acopiadores van por otro lado, le dan una lanita a la Guardia Nacional, llegan al punto de verificación y se vienen los casos positivos".
La principal consecuencia de tener reses indocumentadas, indicó por su parte el director del Área de Planeación y Desarrollo del SINIIGA, Othón Reynoso, es que se pierde mucha información del origen y movimientos, dificultando el cumplimiento de requisitos comerciales y sanitarios.
"Existen vicios donde se llegan a hacer movilizaciones animales sin contar con la documentación de carácter federal o estatal correspondiente, y eso ocasiona que perdamos toda esa información; quedan fuera de la base de datos", comentó.
Además, mientras el sistema de trazabilidad siga vulnerable, otras plagas bovinas podrían invadir al País en cualquier momento, como la fiebre aftosa, la lengua azul y la encefalopatía espongiforme, agregó el investigador Feliciano Milián-Suazo.
En el caso del gusano barrenador, que actualmente se concentra en el sureste, si llegara a extenderse por el resto de la República, costaría al menos 19 mil millones de pesos combatirlo, de acuerdo con el médico veterinario.
"El gusano barrenador, si todos nos responsabilizáramos de nuestro papel en nuestro sector, nunca hubiera entrado a México. Hay una responsabilidad implícita de ser transparentes", apuntó.
Un signo de la vulnerabilidad del sistema de trazabilidad, agregaron, fue primero Nuevo León, que perdió en el 2023 su permiso para exportar a la Unión Americana por deficiencias en la materia, y segundo, el avance de la plaga, con bovinos que siguen llegando a sus destinos con gusaneras porque no se les documentó a tiempo.
En el Tercer Simposio Internacional Sobre Identificación y Trazabilidad Animal, líderes ganaderos, investigadores y consultores agrícolas señalaron que las negligencias de los productores y comercializadores le dieron la oportunidad a la larva de propagarse.
Juan Carlos Anaya, director de Grupo Consultor de Mercados Agrícolas, expuso que entre los mayores problemas con el sistema de trazabilidad ganadero se encuentran las inconsistencias en los aretes y documentos, productores que no actualizan datos de los animales, o que inclusive no reportan muertes de los mismos.
"El Gobierno tiene que verificar, pero el primero que tiene que vigilar es el ganadero y el engordador. El tema es que hay gente que juega chueco: se pasa los puntos de verificación, no hace los tratamientos, no baña al ganado y eso perjudica al sistema", dijo.
"Vienen los gringos y piensan que nos gusta hacer las cosas mal. Damos esa impresión. Muchos acopiadores van por otro lado, le dan una lanita a la Guardia Nacional, llegan al punto de verificación y se vienen los casos positivos".
La principal consecuencia de tener reses indocumentadas, indicó por su parte el director del Área de Planeación y Desarrollo del SINIIGA, Othón Reynoso, es que se pierde mucha información del origen y movimientos, dificultando el cumplimiento de requisitos comerciales y sanitarios.
"Existen vicios donde se llegan a hacer movilizaciones animales sin contar con la documentación de carácter federal o estatal correspondiente, y eso ocasiona que perdamos toda esa información; quedan fuera de la base de datos", comentó.
Además, mientras el sistema de trazabilidad siga vulnerable, otras plagas bovinas podrían invadir al País en cualquier momento, como la fiebre aftosa, la lengua azul y la encefalopatía espongiforme, agregó el investigador Feliciano Milián-Suazo.
En el caso del gusano barrenador, que actualmente se concentra en el sureste, si llegara a extenderse por el resto de la República, costaría al menos 19 mil millones de pesos combatirlo, de acuerdo con el médico veterinario.
"El gusano barrenador, si todos nos responsabilizáramos de nuestro papel en nuestro sector, nunca hubiera entrado a México. Hay una responsabilidad implícita de ser transparentes", apuntó.
