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Continúa bloqueo en Nicolas Zapata por protestas en la BECENE
25 de Junio 2025 | Ericka Segura | Plano Informativo
San Luis Potosí, SLP.- Por tercer día consecutivo, el corazón formador de docentes en San Luis Potosí permanece cerrado. La Centenaria y Benemérita Escuela Normal del Estado (BECENE) no abrió sus puertas como medida de protesta por parte del personal docente y agremiados a la Sección 52 del SNTE, quienes rechazan tajantemente la remoción del director Francisco Hernández Ortiz. La emblemática calle Nicolás Zapata, en la capital potosina, sigue bloqueada, reflejando la tensión que se vive dentro y fuera del recinto educativo.
La protesta, sin embargo, va más allá de la figura del director. Lo que comenzó como una defensa a su gestión ha derivado en un pronunciamiento amplio sobre las condiciones laborales, el respeto institucional y el hartazgo ante decisiones unilaterales por parte de las autoridades educativas estatales.
Patricia Mireles, profesora investigadora de la Normal, expresó su inconformidad con la falta de respuesta clara por parte de las autoridades, pese a los encuentros sostenidos con el titular de la SEGE, Juan Carlos Torres Cedillo, y el secretario general de Gobierno, Guadalupe Torres Sánchez.
“Nos reunimos con ellos, pero no hay acuerdos ni claridad. Dicen una cosa y luego se desdicen. Sentimos que se quiere imponer un nuevo directivo sin diálogo, sin respeto por la trayectoria y el trabajo que aquí se ha hecho”, señaló Mireles.
Y es que, bajo la gestión de Hernández Ortiz, la institución ha logrado posicionarse a nivel nacional, destacando por su calidad académica y compromiso docente. “No estamos en contra de la persona que proponen, lo que cuestionamos es el procedimiento, la imposición. No se puede tratar así a alguien que ha impulsado tantos logros”, enfatizó.
Las formas de su destitución también han generado indignación. Los docentes afirman que, se le pidió al director recoger sus pertenencias en apenas dos horas, en un acto que califican como humillante e impropio de una institución con más de un siglo de historia.
Pero la protesta ha servido también para alzar la voz sobre otras problemáticas estructurales, vacantes sin cubrir, cargas laborales excesivas y pagos pendientes. Más de 300 horas clase están sin asignar debido a jubilaciones y fallecimientos, lo que ha obligado a los docentes a multiplicar sus funciones, muchas veces sin remuneración.-
“El maestro de tiempo completo aquí no sólo da clases. Asesora tesis, organiza actividades, apoya en gestiones académicas. Esta escuela está de pie gracias a ese compromiso, pero parece que eso no se valora”, denunció Mireles.
La toma de la BECENE se mantiene mediante guardias rotativas y turnos organizados por el personal. Para ellos, esta lucha no es sólo por una persona, sino por el derecho a decidir, a ser escuchados y a trabajar con dignidad.
El conflicto en la BECENE es un reflejo de una problemática más profunda, la desconexión entre las autoridades educativas y la comunidad académica. Más que una disputa por un cargo, los docentes exigen respeto por su labor, por sus procesos internos y por el liderazgo que ha llevado a la institución a ser un referente nacional. Lo que está en juego no es sólo un nombramiento, sino el modelo de gestión y diálogo que se quiere construir en la educación pública potosina.
La protesta, sin embargo, va más allá de la figura del director. Lo que comenzó como una defensa a su gestión ha derivado en un pronunciamiento amplio sobre las condiciones laborales, el respeto institucional y el hartazgo ante decisiones unilaterales por parte de las autoridades educativas estatales.
Patricia Mireles, profesora investigadora de la Normal, expresó su inconformidad con la falta de respuesta clara por parte de las autoridades, pese a los encuentros sostenidos con el titular de la SEGE, Juan Carlos Torres Cedillo, y el secretario general de Gobierno, Guadalupe Torres Sánchez.
“Nos reunimos con ellos, pero no hay acuerdos ni claridad. Dicen una cosa y luego se desdicen. Sentimos que se quiere imponer un nuevo directivo sin diálogo, sin respeto por la trayectoria y el trabajo que aquí se ha hecho”, señaló Mireles.
Y es que, bajo la gestión de Hernández Ortiz, la institución ha logrado posicionarse a nivel nacional, destacando por su calidad académica y compromiso docente. “No estamos en contra de la persona que proponen, lo que cuestionamos es el procedimiento, la imposición. No se puede tratar así a alguien que ha impulsado tantos logros”, enfatizó.
Las formas de su destitución también han generado indignación. Los docentes afirman que, se le pidió al director recoger sus pertenencias en apenas dos horas, en un acto que califican como humillante e impropio de una institución con más de un siglo de historia.
Pero la protesta ha servido también para alzar la voz sobre otras problemáticas estructurales, vacantes sin cubrir, cargas laborales excesivas y pagos pendientes. Más de 300 horas clase están sin asignar debido a jubilaciones y fallecimientos, lo que ha obligado a los docentes a multiplicar sus funciones, muchas veces sin remuneración.-
“El maestro de tiempo completo aquí no sólo da clases. Asesora tesis, organiza actividades, apoya en gestiones académicas. Esta escuela está de pie gracias a ese compromiso, pero parece que eso no se valora”, denunció Mireles.
La toma de la BECENE se mantiene mediante guardias rotativas y turnos organizados por el personal. Para ellos, esta lucha no es sólo por una persona, sino por el derecho a decidir, a ser escuchados y a trabajar con dignidad.
El conflicto en la BECENE es un reflejo de una problemática más profunda, la desconexión entre las autoridades educativas y la comunidad académica. Más que una disputa por un cargo, los docentes exigen respeto por su labor, por sus procesos internos y por el liderazgo que ha llevado a la institución a ser un referente nacional. Lo que está en juego no es sólo un nombramiento, sino el modelo de gestión y diálogo que se quiere construir en la educación pública potosina.
